Muchas novedades esta mañana, entre ellas una bici nueva que
parece ser que anda hasta sola, ya veremos cuando llegue la subida. Con un par
de bajas de última hora y el coche cargado con las bicicletas nos dirigimos
hacia la plaza Mireia donde tenemos previsto iniciar la ruta. Nos ahorramos
tres cuartos de hora de subida que luego nos va muy bien para llegar más
frescos y encarar la salida con más fuerzas.
Arrancamos subiendo por la Carretera de les Aigues desde la
plaza Mireia y después de superar la primera rampa que nos lleva a través del
puente de madera llegamos al mirador del Xipresos donde tenemos las vistas del
Baix Llobregat. Lo dejamos atrás sin
detenernos para avanzar un poco más y hacer un descanso de minuto y medio para
observar las vistas de la ciudad de Barcelona. Seguimos el recorrido por la Carretera de les Aigues,
pasamos las diversas fuentes que hay a
lo largo del camino y poco después de pasar el Pla dels Maduixers llegamos al final de la Carretera
de les Aigues punto donde hacemos un primer descanso antes de afrontar la
subida. Aquí hay quien nos pide agua para el perro pero después de no poder
asegurar lo que llevan los botellines muy gentilmente le indicamos que no es
posible ya que las consecuencias pueden ser imprevisibles.
Arrancamos la primera de las dos subidas que nos ha
preparado Jose Manuel, que aunque es breve es intensa, la pendiente media de
esta subida de apenas 516 metros es del 16 %, a pesar de todo llegamos arriba y
aunque alguno le falta el oxígeno llegamos todos arriba, definitivamente la
bici no sube sola y hay que tirar de ella. Después de un breve descanso
iniciamos el descenso hasta el cruce que nos hace subir hasta la carretera de
Vallvidrera al Tibidabo pasando por los bomberos. Esta segunda subida mucho más
larga pero de una pendiente inferior acaba con nuestras fuerzas aunque para
algunos se ha quedado corta y deciden seguir pedaleando, otros al límite de
nuestras fuerzas iniciamos el descenso por la carretera hasta el cruce con la Carretera
de les Aigues donde volvemos al coche.
El regreso sin embargo no puede ser directo ya que hay que
dar buena cuenta a nuestro patrocinador, en esta ocasión lo hemos hecho en la
Casa de Cantabria donde Agustín como buen anfitrión nos explica las nociones básicas
del Bolo Palma y entre cerveza, bravas y rabas ya preparamos las siguiente
salida del próximo 3 de marzo.
Aquesta vegada no he pogut venir... m'apunto una falta. La propera si Deu vol no faltaré, ganes n'hi han!!
ResponderEliminarAlex