jueves, 13 de septiembre de 2012

Ripoll - 11/09/2012



A la hora prevista y después de una baja de última hora nos subimos a los coches dirección Ripoll. Después de poco más de hora y media llegamos al parquin de Can Guetes donde realizamos el preceptivo desayuno y, bocadillo de por medio, acabamos de detallar la ruta prevista. Fue en este punto donde nos dimos cuenta del lio de correos electrónicos de los últimos días y que Jose Manuel tenía en el GPS la ruta inicialmente prevista pero no la última que se había pensado. Después de unos minutos la opción más “conservadora” se impuso y acabamos decidiendo seguir la ruta inicialmente prevista, la ruta 2 del Ripollés.

Después del desayuno empezaron los preparativos, bajar las bicicletas del coche mochilas con la comida y Xavi empeñado en que todo el muncho cargara algo del aperitivo que, evidentemente, incluía los productos típicos de nuestros patrocinadores. Así todos algo más cargados nos dispusimos a pedalear dirección a Sant Joan de las Abadesses por la Ruta del Ferro para, poco más de un kilometro más tarde, coger el desvío a la derecha que nos haría subir por la riera de las Carboneres donde un suelo cambiante y lleno de pequeñas piedras volcánicas  hacían difícil avanzar por el camino. Durante esta primera subida nos detuvimos  un par de veces para tomar aire ya que la subida, aunque no muy fuerte, si era constante y se alargaba durante de 5 kilómetros.Después de eso tuvimos un breve pero intenso descenso, 12% de desnivel,  de unos 400 metros que nos llevó al cruce de la N-260 donde recorrimos unos 300 metros para tomar el camino que nos llevaría al Hostal de Sant Eudald.

En este punto agradecimos la ayuda inestimable del GPS de Jose Manuel que nos indicó el camino que se escondía tras unos árboles que dieron paso a una trialera. Al grito de Gerónimo Àlex se encargo de abrir camino seguido por José Manuel, que no cabía en su gozo de dicho descenso, seguido por los Carlos, Alvia y Fuentes, que no habían perdido el ritmo en la subida y mucho menos ahora en la bajada. Esta aunque no muy pronunciada si estaba llena de piedras y zarzas que dejaron huella en algunos tobillos. Más despacio descendían Josep, Agustí y Xavi que con prudencia realizaron algunos tramos del descenso a pié por aquello de evitar una desafortunada caída. Llegado a Sant Eudald, el punto más bajo de la salida, nos tomamos un descanso un poco más largo para recuperar  fuerzas y dar cuenta de alguna de las bolsas de frutos secos que Xavi se empeñó en hacernos cargar así como alguna que otra cervecita. En este punto tomamos la decisión de comer en Sant Joan de las Abadesses después de hacer la segunda subida del día.

Iniciamos el ascenso por el camino de Sant Eudald hasta el puente de Samala en la N-260 para llegado a este punto recorrer apenas 50 metros por la carretera y tomar el desvío a la izquierda para recorrer el camino de Samala a Emprius de Vallfogona. Este sería un ascenso un poco más corto, un poco más de 3 km pero con una pendiente media de casi el 7% con solo un pequeño descanso de apenas 300 m. Dicha ascensión la fuimos realizando con tiempo y aquí Jose Manuel volvía a hacer gala de sus dotes para llegar el primero al punto más alto a 997 m de altura superando un desnivel  de más de 200 metros. El resto fuimos llegando poco a poco. Después del perceptivo descanso realizamos un vertiginoso descenso en el que los frenos sufrían más de lo habitual ya que había tramos donde la pendiente llegaba al 12 %. Aquí que nadie iba retrasado, no dio tiempo a darse cuenta que ya habíamos llegado a Sant Joan de les Abadesses donde paramos a comer en frente al monasterio.  Aquí acabamos con las existencias que habíamos cargado durante todo el día y José Manuel, que sufría por no haber traído sus bocadillos, pudo comer sin problemas.

Después de la comida iniciamos la última ascensión hasta la estación de tren de Sant Joan de les Abadesses, corta pero intensa. Desde este punto realizamos un rápido descenso, en algunos puntos superamos los 35 km/h,  para llegar de nuevo al punto de partida en apenas 20 minutos. Al finalizar, después de recorrer los 28 kilómetros de la salida, habíamos cubierto la ruta prevista justo a tiempo, cumpliendo con el horario previsto bajamos de nuevo hasta Condal donde llegamos a las 18h45’.